CUERPITOS ANTIVIRUS
Beira Lisboa
Julio 2020
Ya vamos por el cuarto mes con tapabocas. El coronavirus llegó a Latinoamérica desdibujando rostros, procurándonos un bozal para nuestra nueva condición canina. Vaya añoranza el perro y su ladrido. Y así este poema se hace presente: [1]«El trato con los demás es como el ladrido del perro / Hagas lo que hagas para entenderlo, te es ajeno. / el ladrar tiene, sin embargo, una ventaja: / va en una sola dirección: del perro a ti. / En cambio, el trato con los demás / exige una respuesta: // Quiere que tú también ladres».
Comprar comida, reconocer a un amigo en la calle, pagar algún producto, se ha convertido en hazaña con la gestualidad a medias, la voz entrecortada, el tacto intacto. «Nueva normalidad» es el término utilizado para referirse a este reordenamiento en la comunicación. Una manera de estar en el mundo con los cuerpos vulnerados. ¿Estaremos sumergidos en la aflicción y melancolía que describió Freud? La relación con la pérdida ha signado nuestras sociedades. Y el arte, habituado a la construcción de caminos, no ha parado de atender la problemática, de seguir trabajando. Se van advirtiendo las formas del sentir que surgen: te veo pero no te toco; me ves sin verme; me callo para hablar. El sabernos posibles víctimas y victimarios nos ha hecho recordar el peso de la muerte cada día. Vida y muerte hechas carne. Asumir los escudos y defensas del cuerpo. Sus bajas y orificios. Las manos con caricias letales. La expropiación de la nariz. Nos hemos vuelto invisibles. La boca juzgada, aniquilada en su sentencia a la mudez. Pero ¿qué pasaría si el tapabocas hablara por nosotros? Con esta urgencia escogí un dibujo para mi yo social. Cuerpitos desnudos objeto de interpretación que tomaran la historia de quien los mira y sus silencios. Cuerpos libres.
Con este diseño estampado por una emprendedora me enfrento a Caracas y sus tránsitos. Cuando camino, cuando voy en bicicleta intentando reconocerme. Es un dibujo de Juan Calzadilla, poeta y artista plástico venezolano, autor de los poemas que cito. De modo tal que su obra ha cobrado vida y se redimensiona en cada paso que doy en la ciudad. Se ha dicho que su quehacer plástico es gesto automático, escritura, palabra y caligrafía. Y que su poesía busca renovar el significado y la forma, la ciudad como objeto de estudio. Sea este el mejor momento para que su obra hable por nosotros. Y nos resguarde.
[3]«A veces salgo a la calle y me pongo a dar gritos: / “Soy invisible”. La gente se me queda mirando../ “Está loco, cómo puede creerse / semejante desafuero”. / —Sí —les respondo—: soy invisible. Lo que ustedes están viendo es mi voz. / Que se vayan acostumbrando. Que sepan que soy el Verbo. Y continúo gritando, en medio de la calle: “Soy invisible, soy invisible”».
[1] Poema Las comunicaciones inexactas, de Juan Calzadilla. Tomado de Poesía por mandato, Monte Ávila Editores. Caracas: 2014.
[2] Dibujo de Juan Calzadilla «Historia del desnudo».
[3] Poema Soy invisible, de Juan Calzadilla. Tomado de Poesía por mandato, Monte Ávila Editores. Caracas: 2014.
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Beira Lisboa
Caracas, 1982
Poeta, docente, editora y correctora.
Facilitadora de talleres de lectura y escritura en diversas instituciones nacionales, así como jurado de concursos literarios. Algunos de sus textos han sido publicados en revistas web. En 2013 publicó la plaquette de poesía Riberas de pan (Taller Editorial El Pez Soluble).