UNA TELA DEMASIADO COSTOSA
T.J. Anderson, un norteamericano residenciado en Caracas, fue de los primeros coleccionistas que, con sentido altruista, se ocuparon de estimular a los jóvenes pintores ...
UNA TELA DEMASIADO COSTOSA
T.J. Anderson, un norteamericano residenciado en Caracas, fue de los primeros coleccionistas que, con sentido altruista, se ocuparon de estimular a los jóvenes pintores ...
Hace ya más de cuarenta años, Dictado por la jauría apareció en el imaginario venezolano para hacernos repensar la ciudad y sus formas poco amables de compartirlas. En especial, por quien no está acostumbrado a sus peripecias del vacío y se ve obligado a soltar el verde como un murmullo. Hablar de Dictado por la jauría es hablarle a los años sesenta del paisaje de concreto armado, de lo urbano y sus implicaciones. Es regodearnos en una poesía forjada por dentro, automáticamente, como poderosa herramienta de los estados subliminales. Es saber que “el tiempo no es una memoria” y que si alguien no alcanza a escuchar el grito es porque no es capaz de forjarlo.