NUBARRONES O UNA BREVE ANTOLOGÍA
DEL DESHUMOR
Juan Calzadilla
Epílogo de Luisa Flores
Montaje de Beira Lisboa
Ilustraciones: Juan Calzadilla
Algunas ilustraciones fueron
Intervenidas y tomadas de la Revista Agulha
dedicada a Juan Calzadilla (2016)
Los que creen que la verdad está de parte
de la demostración ven el silencio con horror.
PREFACIO
BREVE ANTOLOGÍA DEL DESHUMOR
El hecho de que casi ningún poeta -que se estime como tal- sea esquivo al llamado interior de dar testimonio vivo de sus estados de ánimo mientras escribe, es el pretexto o, más bien, la razón que me lleva a justificar la decisión de reunir estos textos y de publicarlos en las páginas siguientes con el nombre que lleva arriba: “Breve antología del deshumor”.
Ellos constituyen, por decirlo así, elementos sobrantes e inconexos a manera de nubarrones o adagios que se atraviesan en la escritura cuando se pretende hacer de ésta el molde de un discurso intachable y perfecto, como expresión pura del momento. Y aunque queden inscritos en la página y se hagan notar como si fuesen el nervio central del texto en proceso, esa tesitura amorfa y visceral que suele presentarse en forma de fragmentos súbitos o de notas de un diario descosido y difuso, no deja de ser mortificante para el crítico que piensa que son piezas difíciles de tragar, así haya quienes, como el suscrito, contradiciéndolo, opinen lo contrario y persistan en la manía de dejarlos tales como salen de la costura de palabras. J.C.
LA FORMA
Tomas la lluvia por una de sus hebras finas
y no puedes comprobar si la parte asida
es la punta o el cabo de la hebra
porque al abrir la mano constatas
el destrozo del sortilegio
—Tonto. ¡No tenías que tocarme y mira
lo que has hecho!
DEL ERROR
La forma del error es circular Por eso siempre
se repite Imita a la esfera
—Es cierto, tiene necesidad de volver al comienzo
TOCAR MADERA
Tocas madera debajo de la mesa y tus dedos,
sin proponérselo, rozan una pelambre fina:
“Debe ser la piel del diablo” –piensas.
Para comprobarlo bajas la cabeza hasta el reverso
de la tabla y observas por debajo el sitio donde
tus dedos acaban de posar su grima.
—Sí, es el mismísimo demonio –dices- y acaricias
su lomo terso.
DIÁLOGO DE UNA SOLA PUNTA
—Aquí está la cuerda Hale usted por esta punta
mientras yo sujeto la otra
—Pero ¿cómo? Si esto no es una cuerda
Es una serpiente
—Entonces agarre usted la cabeza que yo asiré
la cola ¡No vamos a pelearnos
por un problema semántico!
LA ORIENTACIÓN DEL DIÁLOGO
Saber a qué atenerse respecto a lo que acaba de oírse
constituye un problema de ubicación. Todo depende del
lado hacia donde se oriente el hilo de la conversación
Basta que la brisa ordinaria modifique el rumbo de las
palabras para que el nuevo sentido que éstas adquieren
escape por completo a una comprensión que no está
gobernada ahora por la lógica, sino por la brisa
que dirige a la conversación.
EL TRASPIÉ
Una especie de traspié me seguía
a todas partes Un escalón que no veía
pese a su gran tamaño, estaba siempre
delante, listo para impedirme ver
que mi camino era mi traspié
PÁJARO
—Cualquier día uno de mis aforismos va a salir volando:
¡tan poco esfuerzo me ha costado criarlos!
Dijo el eufórico escritor de máximas mientras sentía
la presión convulsa de un ala bajo la mano
con que agarraba el lápiz.
Ese día ningún pensamiento nuevo vino a su mente
pero al salir de casa vio resbalar por su hombro
el lábil caca de un pájaro
cuando su sombra pasaba bajo el alero.
EL TIEMPO Y SU ESPERA
La naturaleza del tiempo
es la espera del tiempo
Su evidencia en cambio
consiste en que, pase lo que pase,
pasa.
LA FELICIDAD
—¡Intenta definirme y verás que te pego
con mi garrote -Le dijo su propia vida,
simple y llanamente
Entonces él ensayó no entrometerse más
en los asuntos de ella Y la dejó ser
Y fue feliz con su vida.
LA PERVERSIÓN
Uno no puede juzgar como maldad en un individuo
el hecho de que sea como es. La perversión
nos habita. El criminal y el suicida viven
en nosotros desde mucho antes de que nos diéramos
cuenta. No podemos desalojarlo sin entender que para
ellos es una virtud haber sido desde siempre nuestros huéspedes
Y que darían la vida por continuar en nosotros.
DIÁLOGO CRUEL
—Si no puedes estar a la altura de las circunstancias,
al menos ponte a la altura de tu dignidad
— ¡Pero si mi dignidad está casi a ras del suelo
-respondió el gusano!
LA QUIMERA
—Ven, tómame –le dijo la quimera saliéndole
al paso en medio de la calle,
—Tú, tú no existes –respondió el hombre
práctico.
Pero el poeta, que venía a su lado, tomó a la
quimera por el talle.
LO QUE SE OYE SIN PRETENDER OÍRLO
Este individuo mete mucho ruido para oírse
a sí mismo. De este modo estudia el efecto que podría
causar en los otros si fuera oído con la misma
atención que él a sí mismo se presta. Pero
rara vez se oye de una persona que mete
mucho ruido algo más que no sea un ruido.
SI LO SÉ YO
El conocimiento tiene por corolario a la ingenuidad
Cuanto más se conoce tanto más se comprueba que
el afán de saber es incapacidad natural para conocer.
LA QUEJA
Se queja pero no tanto de los problemas que tiene
y por los que crea con sus quejas, como por la
circularidad de su hábito de quejarse La recurrencia
ha generado en la mente de este sujeto
una serie de nudos que aguijonea materialmente
la carne de su deseo de quejarse.
ACREENCIAS
—Deteneos, explicó el difunto. No quiero
acreedores en mi entierro.
Y no obstante, se presentó uno: la realidad.
IDENTIDAD POR MANDATO
—Siempre encuentro a alguien que me sale al paso
en la calle y por todo saludo me espeta:
_De acuerdo, reconozco que existes, Lástima
que seas invisible.
ADIVINANZA
—¿Quién sabe de una escalera que sólo conduce a ella misma?
_El caracol.
SUEÑO Y NADA MÁS
Mi padre quería hacer de mí un sujeto productivo.
Pero yo no producía sino sueños,
Ahora bien, el tiempo pasó y pasó.
Mi padre cambió y yo también
Salvo en una sola cosa: sigo produciendo sueños.
EL RETORNO
—Padre, tuve mucho éxito
—¿Sí? ¿Y dónde están los aplausos?
¿Los trajiste contigo?
Registra tu alforja. Quiero verlos.
DIES IRAE
—Vivimos en circunstancias muy jodidas
—dijo uno de los damnificados que estaba haciendo
la cola.
—Jodidas no están las circunstancias,
jodidos estamos nosotros -replicó
el que le seguía en la fila.
CONSEJO DE NUESTRO JEFE DE POLICÍA
—Si usted recibe del asesino una puñalada mortal
y tiene tiempo de mirarlo de frente a su cara,
ya puede estar seguro de que lo ha identificado
y de que se llevará a la tumba su retrato hablado.
—¿Y qué ganaré con eso?
—Eso es usted el que tiene que averiguarlo.
TROPIEZOS COMO ESTE HAY UNO SOLO
—Es imperdonable que tropieces siempre
con la misma piedra
—Pero y si no hay otra.
Y este otro anduvo siempre debajo del tiempo
Por eso los años le cayeron encima.
CONFLICTO DE PODERES
—¿Quién es el que habla? ¿El sujeto o las palabras?
—Eso no me lo pregunte a mí –responde el sujeto-
Pregúnteselo a las palabras.
POR RAZONES ESTRICTAMENTE PERSONALES
—¡Estoy demasiado colmado por mi propia persona como
para pensar en ocuparme de otras cosas
que no sean yo mismo!
—De acuerdo, pero hay en ti bastantes otras cosas.
¡Si lo sabré yo! Demasiadas cosas donde me reconozco
lo suficiente para no concluir en que todas tratan
acerca de mí mismo.
¡Por favor, alcánzame ese espejo!
RÓTULA
—Para muestra basta un botón –dijo señalando el hueco
de donde su cabeza acababa de volar cercenada por un
viento filoso que él confundió con un cuchillo.
—No se preocupen –agregó-, con ella sólo he perdido
las esperanzas. Y regresó al montón de cabezas.
EL IRRESTRICTO ORDEN DEL PASADO
—Lo que sucedió primero está delante Le sigue lo que
fue hecho a continuación Luego viene lo que ocurrió
enseguida Y así sucesivamente hasta que llegamos
al presente. A eso se reduce la historia.
UN SUICIDIO
—Nunca podré mirar con tanta ferocidad a un extraño.
—Me gusta que digas eso -le respondió el espejo
donde estaba mirándose
Y, en respuesta, él le descerrajó un tiro,
dándose muerte.
EL PORVENIR
—En este texto se examina el porvenir
—¿Qué porvenir? Ya usted sabe que eso no nos
concierne en lo más mínimo. Prométanos algo
más concreto Prométanos algo de la vida
O, sencillamente, déjenos vivir.
FALLAS DE BORDE EN EL MARCO
—Pintores, consideren ustedes que el cuadro no termina
en los bordes del marco. Consideren que no está ni
siquiera contenido por éste. Consideren que podrían dejar
de pintarlo y limitarse a pensarlo. Y adquirir por este
medio más realidad en vuestras obras.
—¿Sin haberlas hecho?
—Y eso qué tiene. Dense por satisfechos.
ARTE Y COCINA EN LOS 90
—La pintura no es el arte de quitar, sino de añadir
—Pero ¿cómo? ¿Acaso añadir no es más bien lo propio
del arte culinario? Este artista hubiera hecho mejor
diciendo: amo la pintura, pero más amo la cocina.
EL ALCANCE DE LO REAL
Nunca alcanzamos un grado más allá de lo real.
Lo mismo pasa con el sentimiento
cuya capacidad de conmovernos
cuando se hace de él objeto
de una exacta descripción, nunca va más
lejos de lo que el trastocado universo
de las palabras reduce a la exclusiva esfera
de la experiencia personal.
SU ARRECHERA EL SUJETO
LA PAGA CON LAS COSAS
—Tu odio a la ciudad se debe a que haces de ella
el espejo donde te miras.
—No, doctor, fíjese en lo que pienso de la puta ciudad:
es una laguna donde estamos obligados a andar
con el cemento al cuello Es la ciudad la que me odia
por andar hablando pistoladas de ella
¡La ciudad no ha hecho por mí nada
que pueda moverme a declarar que soy su hijo!
Y le propina tremenda patada a la mesa.
POÉTICA CONTINUA Y VISIVA
—¿Si temes que el aliento de las palabras
se te escape por los espacios que dejas
entre ellas, ¿por qué no las pegas?
Esoesloqueestoyhaciendo
DIÁLOGO
—Estamos ante una verdadera crisis de lectura
Por eso los libros, carentes de auditorio, librados
a su suerte, se han vuelto autónomos
Se han mimetizado en los nuevos lectores.
—Ciertamente, pero de sí mismos Les basta con hacer
girar sus tapas sobre su lomo como dos manos.
CLON
—Vea lo que tenemos aquí: un sexo con
todo y cabeza –gritó el asistente del profesor
ante el híbrido viviente que acababa
de asomarse por la boca de la probeta.
—Shhh, pero hay que guardar discreción
-repuso el profesor, constatando el éxito de
su experimento.
COMO HIERBA ME ARRANCARON Y NO ERA MONTE
Como hierbas crecí y no me arrancaron
- Pessoa
—¿Cómo confirmar la nada
si no es entregándosele
Así he ardido en mi país
—¿Cómo lirio?
—No. Como monte
ARS POLÍTICA
—Que el detonante sea la palabra y la forma la pistola
El sentido debe disparar.
—Desengáñate. Bien entendido, el terrorismo en poesía
no hace más daño que una explosión de palabras.
DIÁLOGO
El poeta:
—Yo estoy en desacuerdo con la realidad
(en mayúsculas ese YO)
El lector:
—Muy bien. Entonces no se meta con ella.
Déjela donde está
LA CONDICIÓN AUTOMOTRIZ DEL MURO
Un autorretrato sacado del chasis de un automóvil chocado y pegado al muro en todas sus partes con soldadura autógena. Y que sea el automóvil mismo
el que muestre que por su condición automotriz está, como nosotros mismos, metido en medio del tránsito
E incluso, a punto de saltar la defensa.
EL MURO
—El muro está demasiado adherido a nosotros para
que dejemos de ser una versión de él. Sólo con
gran trabajo nos separamos del friso y eso
por unos instantes para parodiar que vivimos.
COMO PANTÓGRAFO
Su franqueza la manifiesta en su cuerpo con gestos
y guiños antes de que llegue a expresarla
con sus palabras. De este modo su cuerpo habla
sin asomo de vacilación y eso lo torna franco
como si su cuerpo fueran las palabras.
LA ETERNIDAD
Luzco breve como la eternidad
Es decir, efímero.
Ya desaparecí.
RECRIMINACIONES
—Cuanto más tiempo ocupa uno en la vanguardia más
está expuesto a quedarse solo. Pues mientras lo pienso
ya el arte nos ha sobrepasado. El solo hecho de estar
en la vanguardia es una prueba de que estás solo.
Me gustaría conocer el tamaño de mi ignorancia,
pero esto sería ya un saber –concluye.
ME PIDEN TENER ESTILO
Soy poco dado a recordar lo que no me ha sucedido
No he sabido hacer de la memoria
un trasto viejo para ir arrojando en él todo
lo que me faltó para llegar a tener un estilo
¿Y es que acaso no me sobraba nada
de lo que iba perdiendo
si lo que perdía en materia de estilo
era justamente todo lo que no tenía?
RÍO REVUELTO
Revuelven el agua para que su pensamiento
parezca profundo y mágico ¡Que lo hagan con los cascos
no importa! Igual daría que lo hicieran con las manos.
EL OJO DE LA CRISIS
El ojo de la crisis
no es lo mismo que el ojo del huracán
El ojo del huracán no es lo mismo
que el ojo de la crisis
El ojo del huracán pasa
El ojo de la crisis se queda.
TICS
1
Tu sombra es tu perra fiel.
No te abandona. Y eso que ni siquiera
te ocupas de alimentarla. ¡Vaya lealtad!
2
Uno no debe angustiarse antes de ver venir la muerte.
Incluso, en esto hay que ser severamente económico
y ahorrarse la angustia para ese momento.
3
El camino recto no es el más explícito. Es sencillamente
el más corto. La explicitud, como el poema,
admite el rodeo.
El recoveco es, por decirlo así, su morada.
DESCARTE DE ECONOMÍA BIOLÓGICA
Hay que descartar lo que dijo Descartes, y sustituir su famoso enunciado por este otro silogismo: gracias a que pienso mientras como, pienso que como como, pienso.
HISTORIA DEL SENTIMIENTO
El sentimiento tiene también una lógica que lo torna
comprensible sin necesidad de palabras. Y es aquella
por la cual dejamos que siga siendo sólo un sentimiento.
UBICUIDAD
Decir frente a un paisaje: este lugar nunca
estuvo antes Para luego constatar que
se trata del patio de la casa donde vivo
Y que, más adelante, frente a un paraje extraño
donde nunca antes había yo estado,
uno termine diciendo:
Por cualquier camino que avanzo
estoy equivocado.
No equivocado de camino
sino equivocado de mí.
EL COLMO
—Poeta, al fin y al cabo tu importancia
radica en ella misma
¿Por qué te preocupa tanto que no la hayan reconocido?
—Que no hayan reconocido a mi importancia está bien
Pero que además no se la hayan reconocido a mi obra
¡Eso sí es el colmo!
Y saca el revólver.
EN VIVO Y DIRECTO
—Es un programa en vivo –me dijo
—¿Cómo? ¿Y las cámaras? –pregunté
—Están abajo. Ya las verás por el aire,
mientras llegas al suelo –respondió
Y me empujó al vacío, desde el noveno piso.
EL VER QUIERE ASOMARSE A VER
—¿Pero cómo? ¿Es que acaso el ver no ha visto
ya bastante?
—Sí, pero aún le falta ver el ver
ARCO DE BARRO
—Y bien, no tenemos más tarea que la que está por
delante. Habrá que cambiarla de sitio –y me mostró
una montaña.
Sin duda que no es tan fácil hacerlo como tener fe.
Fe en cualquier cosa menos en que con ella
puede cambiarse de sitio a una montaña.
CONFUSIÓN
Dice la palabra: Creen entenderme cuando no
soy sino puro sentimiento
Dice el sentimiento: creen entenderme cuando
no soy sino pura palabra.
LO IMAGINARIO
Lo imaginario es lo que, por su propio peso, tiende
a convertirse en realidad.
A la inversa, lo real es lo que, por falta de peso, tiende
a hacerse imaginario. Es decir, a perder realidad.
Elija Usted.
Pues si la cosa fuera realizable no sería imaginable.
O también: dicho de otro modo: lo realizable
es un accidente de lo imaginable. Es así como
razona el poeta.
LAS CONDICIONES DE LA IMAGINACIÓN
—No crea usted que la imaginación no pone sus
Condiciones.
—Sí, pero unas condiciones de las que se olvida
inmediatamente. De lo contrario, si conservara
sus condiciones, no pasaría de ser una razón.
NATURALMENTE
El organismo sabe más del individuo que lo que el individuo sabe de sí. Pues el organismo porta al individuo, es su estructura viviente. Tiene la mayor responsabilidad.
Así también el sentido es el esqueleto de la forma.
LÓGICA
Si la poesía fuera prelógica e irracional y envolviera nuestras facultades de forma tal que nos incapacitara para hacernos conscientes de ella, para enjuiciarla y decidir sobre lo que le conviene o no, careceríamos de la perspectiva necesaria para examinar sus procesos y llegar a saber lo que en ella hay de bueno o malo.
Y rodaría al abismo con los ojos tapados.
UN CASO DE MALABARISMO PURO
Fetichismo: el que resulta de atribuirle a las palabras
el significado que nos venga en gana, como si pudiera hacerse de esta atribución toda una doctrina de malabarismo puro.
Antes bien, la poesía es abuso, insolencia del espíritu frente lo real, tachadura de éste.
Entonces no habría que lamentarse porque haya quien pretenda pasar, como poeta, por un subversivo. Pues está en su derecho, considerando su derecho como pretensión o, más precisamente, como insolencia.
LA DUDA
Escribir es desconfiable en sí mismo, pues es inseparable de la duda. La duda se manifiesta en quien escribe
en todo momento
y sobre todo antes y después de tomar la pluma.
El intermedio está lleno de falsa felicidad. Y consiste
en lo que algunos llaman erróneamente júbilo.
Pero que no es sino candidez.
AJENA Y EXTRAÑA
Descubrir la realidad es duro y escribir sobre ella todavía más.
Porque con esto último se llega al convencimiento de que todo conspira
para evadirla y para identificarla con todo lo que nos hace mal.
Para sentirla como lo ajeno y lo extraño.
SATORI
A veces es necesario que alguien nos demuestre con hechos
que la existencia de una cosa depende menos
de nosotros que de la cosa misma.
Y para sentirlo no hay como un tirón de orejas.
LA MANO EN LAS RIENDAS
Al lenguaje lo tengo agarrado por las riendas. Furiosamente asido con mis dos manos para que lo pueda montar a gusto el poema, así la materia de lo que el poema trata no sea un caballo.
Tal es el método con el cual procedo a redimensionar las proporciones del estado físico de las palabras.
De eso va a depender que ocupen menos espacio en
estas páginas y que el vacío que las palabras dejan en la escritura sea todo lo más impactante que tenía yo que decir.
EL ABSURDO: UNA PREMISA
Las cosas que más debe ver el artista son las absurdas Las cosas corrientes sólo tienen interés práctico No enseñan a la experiencia, por el contario la constriñen El absurdo otorga la libertad que le falta a lo real. Pero el absurdo como tal sólo puede ser descubierto por el artista Y es esto lo que lo hace artista.
HORROR VACUI
El conocimiento tiene por corolario a la ingenuidad
Cuanto más se conoce tanto más se comprueba que
el afán de saber es incapacidad natural para conocer.
En cambio, los que creen que la verdad está de parte de la demostración ven el silencio con horror.
EL POEMA DE LA VIDA
—Escribo aquí lo que trato de que sea un
poema Aunque no me sale sino una frase huera
cada vez que lo intento y por más que me esfuerzo.
—Es cierto Pero no se desanime De nada
vale que se proponga escribir un poema
Piénsese usted mismo como un poema
Y ya se dará cuenta de que ni necesidad
tendrá de escribirlo.
—Ahora comprendo por qué usted
no escribe poemas
—Pues le diré que, entretanto, vivo, vivo
EL POEMA
El astro que desde el cielo me mira
es la estrella que miro
¿Puedo decir lo mismo
de este texto que me roba la vida
mientras lo escribo?
Y NO SERÁ DEMASIADO TARDE
El hecho se presenciará a sí mismo
Y no harán falta testigos.
La cosa se presentará de todos modos
Y sin que nadie se dé por aludido ni haya
que acudir a testigos.
EPILOGO
SOBRE POESÍA Y VIDA
Luisa flores, joven poeta procedente de Lima y estudiante de la Universidad Nacional de las Artes, en Caracas, hizo a Juan Calzadilla la siguiente entrevista:
¿La palabra qué le dice? O usted qué le dice a ella.
La palabra es inseparable de lo que se dice, y por lo tanto también del sujeto que habla, si entendemos la palabra como lenguaje y al lenguaje como expresión por medio de la escritura. La palabra es una con el poema. Tú le dices, pero también ella te habla, de cierta manera te sigue, pero también te dicta pautas, te canaliza, te corrige. No es sólo materia prima o medio, como pasa en las palabras de la prosa. La palabra es también ser, desde el momento en que la eliges ella te representa. Y representa de ti lo que tú exactamente quieres, o más exactamente: lo que eres.
Qué es poesía para Juan Calzadilla?
Es una rama de la gramática de la cual contadas veces brotan flores. No importa en qué estación.
Qué es un poeta para usted?
Alguien que pueda llegar a decir: el inconsciente carece de ego. Y que sea capaz de dejarse guiar por éste, sin traicionarlo.
La poesía a dónde lo ha llevado?
Quizás más bien me ha traído. Pues por ella terminamos encontrándonos a nosotros mismos en ella, después de una larga travesía que consiste en la poesía misma, o en su fracaso. Las diversas etapas que uno cumple escribiéndola sólo conducen al punto en donde hay que comenzarla de nuevo. Viaje infinito que se cierra como un círculo, y cuyo emblema es la soledad. Lo que obtienes de la poesía en cada etapa en que crees haberla conquistado es una ínfima parte de ella. Siempre se te está yendo de las manos y lo que logras asir de ella son trozos sangrantes de tinta, y a veces sólo añicos. Es por eso que necesitas cumplir todo el recorrido, es decir, el ciclo vida-muerte. Pues nadie es poeta antes de morir.
Considera usted que el surrealismo es un estado innato o un estado aprehendido?
Yo creo que es un estadio aprehendido al que se llega a fuerza de luchar contra la razón, y contra la corriente, a fuerza de no tolerar la realidad más que como evidencia de lo desconocido para otros o de intraficable para ella misma.
Al final de esta lucha te encuentras a ti mismo poblando el estadio sagrado de lo innato. O reencontrándolo. Aquel espacio en donde, como el místico, renaces a diario. No creo que el surrealismo sea algo por lo cual no valga la pena dar la vida. Tal es la premisa del nuevo poeta.
Si hablamos del silencio, qué me puede decir de eso?
Casi nada, pues para hablar del silencio tendría que guardar silencio. El silencio es todo lo que, de modo aprendido o involuntario, se dice a sí mismo y que no tiene voz ni oído
para otro que no sea aquel que fatalmente, para su bien
o mal, ha caído en las garras de lo absoluto.
Por eso, el silencio que hacen las manos a continuación
de cuando se ha aplaudido rabiosamente es la mejor prueba
de que no se ha dicho nada.
¿La soledad es inevitable? Se puede imaginar la posibilidad de desdoblarse uno mismo para que esa soledad no esté tan sola. ¿Usted recurre a desdoblar la soledad para lograr ese fin? Qué hace?
Si experimentas la soledad como quería Rilke, es decir, mediante la posesión de tu conciencia entera, de tus atributos, sentimientos e instintos, dejas de estar solo. Has entrado automáticamente al lugar donde todo el universo se hace presente. Es lo que te podría decir cualquier taoísta.
Cómo llega a la paradoja?
Por exceso de desconfianza en la lógica. La paradoja es una premisa del azar que contiene una opinión contraria a lo que se opina, y mediante la cual se alcanza a negar lo que se afirma, afirmándolo. En este sentido es una figura categórica o, como decía, Kierkegaard, un pensamiento grandioso.
¿Qué piensa de los espejos? De esos cuerpos vacíos en donde uno se encuentra varias veces, creyendo ser siempre el mismo?
El hecho de que me reconozca en el espejo no quiere decir que ese al que miro sea yo. Hay siempre un reverso de uno, su parte profunda y recóndita, de la cual el espejo no proporciona más que una copia al carbón, mediocre y falsa, como la de un mal fotógrafo. El espejo debería tener un detrás, como pensaba Lewis Carroll cuando imaginó a Alicia. Yo no estaría contento con el espejo hasta no verlo cambiar su papel de verdugo por el de amante o jueza.
¿Qué es Juan Calzadilla para Juan Calzadilla? ¿A qué se asemeja?
Te lo digo con un viejo acertijo:
Uno quiere ser tantos sin haber sino uno.
Uno quiere ser uno sin haber sido tantos.
Uno ha sido tantos que no puede ser uno
Uno no ha sido uno para ser tantos.
Luisa Flores, Caracas, 15 y 16 de enero 2005