El ojo que pasa. (Crónicas sobre la actividad artística).
Monte Ávila Editores Latinoamericana, 1979, Colección Continente.
163 páginas.
En este libro, el lector habrá de advertir un propósito muy obvio de establecer vinculaciones entre el valor formal de la obra de arte y el significado social y cultural que se hace visible en el lenguaje a través del cual el artista asume una conciencia de la realidad. De allí que Calzadilla no se contente, como otros críticos, con hacer un simple análisis formal, sino que nos induce a penetrar en el mundo del artista para descubrir dentro del mismo sus más profundas implicaciones con dicha realidad.
Este título supone, asimismo, una valoración de la crítica como expresión literaria. Concibiéndola como una escritura creativa, Calzadilla logra desmitificar las jerarquías habituales del arte venezolano para quedarse, en última instancia, con el ojo que pasa, es decir con su propia mirada, que lo lleva a reconocer los méritos de los artistas más marginales o desapercibidos y no necesariamente los de los más notorios.