¿PRESTADA O POR ENCARGO? Entrevista a Skarlet Boguier

Entrevista realizada en Diciembre de 2017 por Juan Calzadilla a Skarlet Boguier, a propósito de la selección de poesía reunida en Abluciones, libro compilado y prologado por él mismo, en el que condesa una muestra de poemas de la autora, algunos inéditos y otros tomados de Equinoccio de Primavera (2012), La Lámpara de los muertos (2015), Impertinencias Verbales (2017).

 J.C: –Por qué huyes del origen si lo llevas contigo?

Skarlet: -Huyo del origen para salvarme de esta ilusoria realidad. La madre tierra agoniza y esa vuelta al retorno es nuestra única salvación. El origen es un abismo, un ojo infinito que me mira y al que veo. Suelo sentarme a mirar el abismo y es un agujero negro en el que gira la eternidad.

J.C: -¿Cómo es que hablas tanto del mar si todavía no has abandonado tierra firme?

Skarlet: -El mar es la máxima constante, una obsesión azul que se me repite en los sueños. Tampoco es verdad que el mar sea azul o verde. Todo es ilusión del ojo y la luz, pero es una bella mentira, así como el atardecer y la muerte. De cualquier forma, el mar está presente. He nadado en esas aguas como un verdadero pez. Mares cálidos, mares glaciales. Mares mediterráneos, mares negros. Como podemos ver, nada es como parece. Vivo volando, aunque parezca que camino sobre tierra firme. Ya sabes, me zambullo en un océano de nubes terrestres.

J.C: El término de tus acciones tiene que ver con lo que dejas de decir o está en todo lo que dices.  ¿Prestada o por encargo?

Skarlet: -Ni de vaina prestada, mucho menos por encargo. Uno es lo que dice pero también lo que calla. Ya sabemos que el silencio habla, y el lenguaje no puede expresarlo todo, resulta insuficiente para revelar lo que no puede ser explicado, entonces allí es donde nace el silencio. Allí desde un gesto o una mirada, hasta en la infinita vastedad del vacío espacial.

JC: El poeta mira la realidad desde un punto de vista lejano y crucial, empleando la mirilla de sus ojos y entrecerrándolos. Él piensa que esa es una manera de ver la realidad más productiva que si sólo estuviera imaginándola. ¿Te sucede eso a ti cuando escribes sin atreverte a ver lo que está sucediendo a tu alrededor? ¿O no?

Skarlet: -Es cierto que después del Equinoccio he venido mirando más hacia arriba, y sé que a veces pareciera que no abrazo la hierba humana, por andar hurgando entre el cosmos. Sin embargo, debo decir que hasta en los poemas más constelados subyace algo cotidiano. Lo que sucede a mi alrededor me alimenta, y en algún poemita se esconde. Quizás por eso sea mejor leerme tal como escribo, con los ojos bien abiertos y en ángulo de 360°.

JC: -Lo que escribes durante prolongados insomnios en la oscuridad del tu cuarto  te parece más convincente que lo que escribes desvelada a plena luz y completamente despabilada. ¿Acaso has hecho de este hábito una técnica nefasta o benigna, de acuerdo con lo que piensas de la escritura? Acorazada a las influencias de los grandes: ¿Nerudista, rilkeana o lorquiana, feminista o sin influencia alguna?

Skarlet: -Escribir en la oscuridad es más bien circunstancial, una forma de matar el tiempo, durante días de insomnio en los que aprovecho para leer; lo que sucede es que al poema le da por empeñarse en ser escrito. Quizás producto de la orgía de voces que confluyen en la lectura, surge la escritura, pero esta estimulación no es consciente, simplemente es parte del latido de la vida en su constante movimiento. No tengo idea si estos poemas desvelados sean más convincentes. En todo caso, al menos emanan de insomnios creativos, y no de aquellos generados únicamente por la angustia. No creo que lo convincente esté determinado por la luz o la oscuridad, sino con aquello percibido como autentico, y con el fuego ese al que llamamos pasión que es capaz de impulsar a escribir con tanta fuerza como se vive.

J.C -Qué piensas del verso de Dante Alighieri en la Divina Comedia: “¿Cuando me siento a pujar leo con fluidez?”

Skarlet: -Podríamos imaginar a Dante pujando desde un antiguo retrete renacentista mientras leía con fluidez a Virgilio. Entonces, ¿Qué pujaba? ¿Acaso ese poema donde arroja todo el excremento dejado por los grandes representantes de la Iglesia Católica?

J.C: -¿Esas y otras confesiones a la luz de una lamparita de aceite?

Skarlet: -Confieso que esa lamparita aunque pueda que no alumbre, está llena de visiones, sueños, magia y una inesperada conexión con nuestros espíritus elevados. Uno llega a creer que escribe pero resulta que solo somos canales de lo que los espíritus evolucionados nos susurran al oído.

J.C: -Sirve para algo al poeta haber pasado tantos años sentado en un pupitre en una institución universitaria, estudiando Letras y encontrarte luego sin oficio conocido y desempleada?

Skarlet: -Sin arrepentimiento alguno te digo que me he quitado un enorme peso de encima al abandonar la carrera universitaria, igual que al estar desempleada. Claro, entendiendo desempleo como no laborar en ninguna empresa o institución, bajo un horario y condiciones por un salario. He compartido con príncipes y mendigos, entre lujos ocasionales y carencias. Sin embargo, todos sabemos que la única riqueza verdadera es la espiritual.

Skarlet Boguier nació en Maracay, Estado Aragua.

Sus poemas han sido publicados en Revistas y Antologías como Los Moradores. Compilación de poesía aragüeña. Imprenta Regional (2012), Las Chicas van al baile. 40 Poetas venezolanas. Casa del Poeta Peruano. Lima-Perú (2012). Antología de Poesía venezolana “Como una brasa que ha sido encendida”. Fundación editorial El perro y la rana (2016). Entre sus libros destacan el poemario “Equinoccio de Primavera”, Fundación editorial El perro y la rana (2016) y “La Lámpara de los Muertos”, ganador de la IV Bienal Nacional de Poesía Félix Armando Núñez (2015). Aforismos condensados en Impertinencias Verbales.  Fundación editorial El perro y la rana (2017).

El gusto de lo infame
Exposición Los rostros del mito, de Laura Solano
Publicado en Invitados.

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